dy>

Claves de la Comunicación Asertiva

 
«La comunicación asertiva se desarrolla siendo activos, directos y sinceros,

negociando y comunicando una impresión de respeto por los demás;

es ahí donde es tan importante escuchar.»

 

Si has leído El Equilibrio está en la Asertividad, habrás aprendido las más habituales conductas que utilizamos para comunicarnos y el concepto de asertividad como herramienta ideal y necesaria para lograr autenticidad y armonía en tus relaciones.

Ahora que sabes qué es la asertividad, toca pensar en cómo lograr una comunicación asertiva y satisfactoria. Existen incontables métodos y tips que pueden servirte, pero vamos a empezar con los puntos elementales a partir de los que todos estos surgen.

 

Comunicación asertiva: De dentro hacia afuera

 

La comunicación asertiva es un arte que consiste en comunicar tu opinión, deseo, sentimientos o necesidades de forma no violenta y acorde con lo que estás sintiendo, construyendo tu mensaje para que no sea agresivo ni pasivo.

En este tipo de comunicación te expresas desde dentro hacia fuera, es decir, desde tu más profundo interior donde tú eres tu punto de referencia.

La asertividad tiene un maravilloso efecto sobre la propia autoestima, convirtiéndose en uno de sus motores. Cuanto más te respetes a ti mismo, más te respetarán los demás, y ése es, en realidad, el objetivo final de la comunicación asertiva.

El autoconocimiento, la empatía y aumentar tu percepción son importantes claves de la comunicación asertiva.

¿Has empezado ya a practicar la asertividad? Comienza con estas claves de la comunicación asertiva.

 

Todo Empieza en el Interior. Comprendiéndote a Ti Mismo

 

 

Tal vez te extrañe que hablando de la comunicación, es decir, de la interacción con otros, comience con una primera etapa en que la que te anime a profundizar en ti.

Quizá alguna vez has escuchado que, para ponerte en paz con quienes te rodean, primero has de estar en paz contigo. Una frase típica, lo sé, pero no por ello menos cierta.

En un principio, todos pensamos que nos conocemos, porque tiene sentido, ¿no? Tú eres tú, ¿quién va a conocerte mejor? Bueno, eso puede ser cierto, pero en esa última pregunta se encuentra la cuestión: tienes más facilidad para llegar a conocerte, pero esta capacidad es como cualquier otra. Requiere tiempo y dedicación, si quieres que dé resultados.

Quizá lo más habitual es que, primero, hayas intentado conocer a los demás, compararte con ellos, contrastar lo diferente, cuestionar la forma de ser de los otros, saber lo que quieren. Y, quizá también, en ocasiones menos habituales, te hayas parado a pensar el para qué de tu forma de actuar, de dónde vienen tus creencias y el motivo de ciertas emociones.

Tómate de vez en cuando un rato de tranquilidad y medita acerca de ti, dejando otras influencias a un lado. No quiero decir que debas olvidarte de tu entorno y de las personas y cosas que conoces, aunque para que esto te sirva tienes que contemplarlas desde tu interior, desde quien eres tú. Las ideas o formas de pensar que te resulten ajenas, por ahora, no entran en juego. Pregúntate qué piensas tú en realidad. Qué opinas, qué sientes, qué quieres…

 

Reflexiona acerca de tu vida hasta el momento

 

El autoconocimiento es una de las claves de la comunicación asertiva. Esto requiere tiempo y es un proceso. Cuanto más indagues en ti, mayor será el autoconocimiento.

¿Dónde te encuentras, y cómo has llegado hasta aquí? Medita acerca de tus sentimientos, deseos e ideas. Pregúntate cuál puede ser su origen, y qué opinas acerca de ellos. ¿Cómo es la comunicación de tu entorno más cercano? ¿De quién has aprendido algunas de tus reacciones? Dales el valor que merecen, e intenta comprenderlos mejor. Estos pasos, que son más complicados de lo que pueda parecer, son indispensables para que te puedas comunicar de manera asertiva. Tienes todo un mundo en tu interior, valioso y complejo, al que a menudo no damos la importancia que posee.

Si quieres saber más sobre el autoconocimiento, te invito a descubrir qué es el crecimiento personal.

 

El Camino de la Empatía. Comprendiendo a los demás

 

 

Una vez seas asertivo con tu persona, te será mucho más fácil serlo con otros. Espero que sepas que eres importante, ¿pero el resto no lo es?  Siendo consciente de tu propio valor como ser humano, mira a quienes te rodean. A cualquiera con quien te relaciones.

Tú tienes emociones propias, así como opiniones válidas y relevantes. Además, tienes motivos para pensar del modo que piensas, querer las cosas que quieres. Por consiguiente, es lógico saber que la otra parte será como tú en esto, ¿verdad?

Puede que no estéis de acuerdo, puede que sus sentimientos, o su concepción del mundo, te parezcan muy extraños. Aunque lo percibas así, no lo serán tanto. Cada persona es especial y distinta, pero en lo básico coincidimos. Buscar aspectos en común es bueno, pero no la única forma de alcanzar un entendimiento. Valora lo que os diferencia. Y mientras lo haces, sé consciente de que, del mismo modo que tú tienes tus razones, el otro tendrá las suyas.

La empatía hacia el otro es una de las claves de la comunicación asertiva y es básica para establecer relaciones satisfactorias.

 

¿Quieres saber cómo ser asertivo?

 

Te habrás dado cuenta que ser asertivo consiste en conocer, comprender, aceptar y apreciar. No siempre será obvio qué piensa alguien, ni por qué lo hace. Seamos realistas, no siempre sabemos a ciencia cierta qué pensamos nosotros, o las causas reales de que lo hagamos de esa forma. Cuando esto te suceda, no debes preocuparte. Es normal, es humano. También es humana la capacidad de desvelar lo que no entendemos. Hemos progresado mucho en la comprensión del mundo que nos rodea, aunque, ¿hasta dónde hemos llegado en algo tan elemental como es conocernos, internamente y entre nosotros?

Si piensas que la otra persona no sabe acerca de tus sentimientos, o no los entiende, ayúdale. No debe avergonzarte hablar de lo que sientes, ni expresar tu opinión. Ya hemos dejado clara su importancia; hazla valer sin miedo. Y cuando seas tú quien no pueda desentrañar qué pasa por la cabeza de la persona con quien estás hablando, no dudes en preguntar. A todos nos gusta que se interesen por nuestras emociones y nos pregunten cuál es nuestra postura, o qué preferimos. Te sorprenderá hasta qué punto la comunicación puede mejorar cuando no construimos muros innecesarios entre personas.

 

Conducta Asertiva. Ampliando nuestra percepción

 

 

Has aprendido las bases para ser asertivo hacia ti, y a serlo hacia las personas con las que quieres comunicarte. Desarrollar estas habilidades depende de ti.

Sin embargo, nos queda un paso final. Con lo comentado más arriba, estás listo para cultivar una comunicación satisfactoria, aunque aún puedes ganar más beneficios de la asertividad. Curiosamente, volvemos a encontrarnos con un ejercicio que no tiene tanto que ver con el resto de personas, sino contigo. Después de todo, la premisa principal es tu percepción. En este caso, es hora de hablar de tu percepción de los demás. No aquellos con los que te relacionas, sino aquellos con los que no lo haces, o no sueles hacerlo.

De nuevo, para este ejercicio vale cualquier persona que elijas. Eso sí, cuanto menos la conozcas mejor. Puede ser un compañero de clase, o del trabajo, con quien apenas hayas hablado, o incluso alguien a quien te cruces por la calle. Como pone en el título de este apartado, ya no hablamos de comunicación asertiva, sino de la conducta. De la disposición que tienes hacia tus semejantes. El ejercicio es muy sencillo, y para algunas personas entretenido. Basta con que, una vez hayas escogido a una persona, te hagas preguntas acerca de ella. Partiendo, claro está, de que es un ser humano como tú, digno de respeto y aprecio.

 

Tu imaginación al poder

 

¿Qué clase de persona será? ¿Cuáles pueden ser sus sueños y esperanzas? ¿Qué podría preocuparle? Como ves, se trata de un ejercicio de imaginación, no de absurdo. No te estoy pidiendo que te inventes una historia de superhéroes. Pese a ello, hay espacio para el humor. A todo el mundo le han pasado cosas graciosas, aún si, por desgracia, otras han sido trágicas. Lo importante de esto es que seas consciente de que todo al que te encuentras, le conozcas o no, es una persona como tú.

¿Evidente? No creas. Una cosa es ser consciente, de manera racional, de que eso que ves moverse cerca es humano. Si ves un pato, también sabrás que es un pato, pero eso no significa que estés apreciando su identidad como pato. Sabes qué es en términos generales, pero no quién es en sí mismo. No te ofendas, no te acuso de nada que no nos suceda a todos. Pero llegar a comprender, por completo, que todos somos individuos que albergan tanta diversidad, te ayudará a ser más comprensivo con los demás, y tener presente sus emociones, tanto como las tuyas. Esto te llevará a tener una conducta asertiva todo el tiempo, de forma natural. Enseguida notarás que la vida se ve de otra manera cuando lo consigues.

 

Te invito a entrenar tu conducta asertiva para acercarte a la libertad

Comparte esta noticia en tus redes